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Colección de arte contemporáneo internacional en el Museo Nacional de Bellas Artes: Jean Charlot
Louis Henri Jean Charlot (1898-1979) fue un pintor francés, nacido en París y se mantuvo activo en México y en los Estados Unidos. Su padre, Henri, que era un inmigrante ruso, poseía un negocio de importaciones y exportaciones, mientras que su madre, Anna, era una artista, cuya familia residía en la Ciudad de México. Descendía, por el lado materno, de los Goupil, familia francesa establecida en México hacia 1830. La abuela de su madre, María Benítez Meléndez (1811-1875), esposa de Victor Joseph Goupil (1806-1884), tenía ascendencia azteca. El conocimiento de México y su lengua estaba considerado como parte fundamental del patrimonio familiar.
Jean Charlot fue uno de los artistas extranjeros que se unieron al proceso muralista durante la década de los años 20. Allí comenzó una prolífica vida en las artes plásticas, dejando un gran número de piezas caracterizadas por un estilo muy particular en el que las figuras toman formas redondeadas que recuerdan a las esculturas precolombinas. Se codeó y se desarrolló en los ámbitos artísticos de la ciudad y estableció una amistad muy estrecha con artistas y escritores, entre los que se encontraban Pablo O’Higgins, Tina Modotti, Anita Brenner y Diego Rivera, entre otros.
Charlot se mudó a la capital mexicana en 1921, después de haber peleado en la Primera Guerra Mundial. Ahí conoció el arte prehispánico, el cual siempre le asombró, y fue una gran influencia en su obra. Compartió un estudio con el pintor Fernando Leal y fue asistente del muralista Diego Rivera.
Estudió de manera informal en la Escuela de Bellas Artes de París, motivado por su interés en pequeños paisajes en óleo sobre papel, y en México asistió a la Escuela de Pintura al Aire Libre. Además, integró el equipo de pintores que ayudó a Diego Rivera en la realización de algunos murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Originalmente, el artista pintó tres murales: Cargadores, Lavanderas y Danza de los listones. Sin embargo, el último fue destruido. La fama mundial de Charlot está basada principalmente en los murales que pintó en México, en especial, Masacre en el Templo Mayor de la Escuela Nacional Preparatoria, finalizado en enero de 1923.
Como muchos otros de sus colegas, también se interesó en la investigación y la escritura sobre arte mexicano y publicó, dividido en cuatro partes, el artículo “El movimiento actual de la pintura en México”, escrito junto con David Alfaro Siqueiros, bajo el seudónimo Juan Hernández Araujo. Su libro Los comienzos de la pintura mural moderna mexicana y su texto El renacimiento del muralismo mexicano 1920-1925 fueron realizados gracias a la Beca Guggenheim que le fue otorgada en 1944, la cual le permitió dedicarse a la investigación.
También participó, en 1926, ilustrando las excavaciones en las ruinas de Chichén Itzá dirigidas por el arqueólogo estadounidense Sylvanus Morley. Su artículo “Pinturas murales mexicanas”, que vio la luz ese mismo año, parece ser el primer texto escrito enteramente en español, ejercicio que prosiguió a partir de ese momento. En 1928 se mudó con su madre a Nueva York en donde siguió su trabajo como artista y profesor de Artes. Escribió ampliamente sobre los mayas, pero en inglés. Por esa época, comenzó a recibir mayor aceptación en los círculos de arte internacionales. Trabajó como muralista en ese país, a finales de los años 30. En 1942, se inició como profesor de Arte en la Universidad de Georgia. Su mural de ese año también, Cotton Girl, es parte del museo interactivo C. O. Polk en McDonogh de esa ciudad.
En rigor, sus investigaciones resultaron dos magníficos estudios de historia del arte: Arte Mexicano, la Academia San Carlos y Renacimiento del Muralismo Mexicano 1920-1925. Asimismo, continuó los estudios acerca del trabajo de José Guadalupe Posada, cuyos textos fueron publicados en inglés.
Más tarde, en 1949, se mudó a Hawái, donde se dedicó a impartir clases de arte en la Universidad de Manoa. Allí desarrolló por lo menos 8 proyectos murales que se conservan hasta el día de hoy. Continuó trabajando y viviendo en este lugar hasta su muerte.
También fue un apasionado por el grabado, técnica que aprendió en Francia y que en México enseñó a varios de sus colegas. Su interés lo impulsó a investigar el potencial de la litografía y del grabado en madera. Durante el periodo de 1949 a 1979, el artista hizo aproximadamente 600 pinturas de caballete, varios cientos de grabados y 36 obras de arte en lugares públicos. Su último artículo, “José Guadalupe Posada y sus sucesores”, fue publicado de manera póstuma.
Sus textos originales fueron principalmente redactados durante los años que el autor vivió y trabajó en México: 1922-1928 y 1945-1947. Abarcan muchos aspectos del arte mexicano, desde danzas indígenas hasta la maestría de los grandes pintores muralistas. Charlot creó diecinueve libros y varios cientos de artículos, la mayor parte de ellos en lengua inglesa. Si nunca hubiese llegado a realizar obras, podría ser muy conocido hoy solo como un importante historiador de arte.
En las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana hay una interesante pieza de este creador. Se trata de Volador, de 1948, una litografía sobre cartulina.
Por Margarita González Lorente
Curadora
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