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Chus Martínez y la búsqueda de articular la naturaleza y el arte

Poner en cuestionamiento el arte e intentar articularlo con la ciencia, es el reto principal de Chus Martínez,directora del Instituto de Arte de Basilea (Suiza), quien impartió recientemente en el Museo la conferencia El León Vegano, un recorrido desde Documenta 13 hasta la actualidad.

Durante la charla, comentó sobre su proyecto actual, dedicado a la naturaleza y el Océano, «si antes hablábamos de forma, de composición, de vanguardia, hoy hablamos de naturaleza, y pareciera que es un tema más, sin embargo, creo fervientemente que es muy importante analizarlo».

Para Chus, la naturaleza es una sustancia filosófica muy difícil de ser aproximada, pero que nos permite pensar en nuestra relación con la lógica, con la ideología y el poder, «porque de muchas formas esa es la relación que alimenta la vida del arte y a su vez a la experiencia».

La curadora habló de las tres grandes preguntas que se plantean en la enseñanza de la escuela que dirige: la naturaleza, el género y la raza.

Sobre la primera dijo que se trata de compartir la experiencia de la investigación científica con las tecnologías y con las culturas indígenas, porque es una relación que se puede pensar desde el arte.

«Cuando hablamos de naturaleza, estamos hablando de género», y es un tema poco abordado hasta hoy, al igual que centrarnos en la raza para poder vencer la barrera colonial que todos llevamos dentro, «tanto el colonizador como el colonizado».

Sobre el tema de la colonización y cómo pensarlo desde el arte, la investigadora piensa que, en el caso de islas como Cuba, se debe hacer un programa para tener una visión desde lo corporal.  Por ejemplo, «aprender a nadar para poder controlar el agua».

Es así, según ella, que teniendo un conocimiento sobre el Océano y contar con la posibilidad de que el agua nos genere una nueva experiencia y una lógica distinta, seremos capaces de crear un nuevo lenguaje de lo social y «dejar atrás el sujeto colonizador y colonizado que somos».

Por esa razón, Chus Martínez se ha interesado en trabajar con científicos, basándose en su experiencia en la edición de 2012 de Documenta.

Rememoró en la charla su trabajo como cocuradora en Documenta 13 realizada en Kasel, Alemania, y paralelamente en Kabul Afganistán. «Aunque era el mismo tiempo en ambas ciudades, la forma social y política y su entendimiento de la cultura y el arte era totalmente distintas, y esa es una gran lección porque el reto fue la posibilidad de conectar formas anacrónicas desde el arte».

Habló de las 176 producciones artísticas de todo el mundo que conformaron la exposición montada en Kabul, una de las ciudades ocupadas militarmente por los norteamericanos.

«Escogimos un lugar de conflicto donde nadie puede ir, de algún modo nos permitirnos una exposición solo para una ciudad y dársela como un regalo, un regalo colonial si se quiere, porque las formas de arte que llevamos a Kabul son las que nosotros conocemos, que es radicalmente distinta a su cultura».

Además de su relato sobre Documenta 13, Chus Martínez se refirió a su visita a Cuba, «estar aquí es ver las cosas bajo otra óptica, bajo otra luz, este contexto me ha permitido pensar en la experiencia del conocimiento que es como funciona mi modo de trabajo».

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