El espejo de los enigmas I. Apuntes sobre la cubanidad

Pensar Cuba sigue siendo un desafío, la nación no se construye en un sentido literal, su gestación es anárquica. El camino a una posible idea de cubanidad es el resultado inacabado de la superposición de muchas culturas preñadas de afectos, desencuentros y autorreconocimientos. De este accidentado tránsito, donde el factor humano es un asunto latente y manifiesto, se han generado las encrucijadas entre el pensamiento colonial y el emancipatorio. Conflicto que marca el decursar de este país y los desgarramientos que implica sostener su independencia.

Esta exhibición apuesta por interrelaciones donde el arte es objeto y sujeto de múltiples acontecimientos que se deslizan como fragmentos dispersos. En El espejo de los enigmas se han reunido obras de artistas de diferentes generaciones junto a libros, manuscritos, partituras musicales y objetos litúrgicos que se rigen como una suerte de genealogía de lo que ha significado el devenir de una nación.

Hemos querido mostrar los mitos primigenios en diálogo con la ideología y la política. Estos conceptos están en Wifredo Lam y su necesidad de indagar en la presencia negra de nuestra cultura como acto de rebeldía y descolonización, o en su búsqueda incesante de la luz del paisaje antillano. Ana Mendieta, con experiencias diferentes, hace evidente en su obra sensaciones similares. El hecho de haber sido arrancada del lugar donde nació condiciona el regreso de sus piezas a lo que ella llamó MotherLand. Por su parte, Juan Elso Padilla nos sumerge en una cosmovisión de un sueño donde la realidad y la mitología comparten un mismo espacio. Cada uno de ellos puede ser el anclaje inspirador para aunar a un grupo de creadores que entran con sus obras en los intersticios del alma de una nación que no reposa porque necesita reinventarse a cada momento.

Jorge A. Fernández Torres