Mirada inédita a la vanguardia

Con una evidente atención hacia las tramas principales abordadas por la primera vanguardia plástica cubana, el Museo Nacional de Bellas Artes abrió el 27 de octubre la exposición La mirada inédita. El dibujo y la gráfica en los años veinte y treinta.
De acuerdo al criterio curatorial, «es precisamente en estas expresiones artísticas que se manifiestan las esenciales líneas de desarrollo que marcarán la evolución del movimiento, adelantándose en muchos casos a su surgimiento en la pintura o la escultura de la época».
Abierta hasta el 11 de diciembre en el segundo nivel del Edificio de Arte Cubano, exhibe más de medio centenar de obras en papel y cartulina, además de 20 portadas de la revista Social fechadas en ese período.
La mirada inédita incluye obras de Rafael Blanco, Eduardo Abela, Arístides Fernández, Carlos Enríquez, Marcelo Pogolotti, Víctor Manuel García, Jaime Valls, Jorge Rigol, Antonio Gattorno y Amelia Peláez, así como Conrado Massaguer, José Manuel Acosta y Lily del Barrio, entre otros.
Señala el curador Roberto Cobas el reconocimiento de «la honestidad intelectual a toda prueba» que les identificó, mientras introdujeron expresiones de modernidad en el contexto de las artes plásticas del país.
En palabras del especialista, estos creadores «se concentraron en enaltecer un arte que constituyera una búsqueda vehemente de lo cubano».
En tal sentido, a través del despliegue museográfico, Cobas da cuenta de que al afrontar esas intenciones mediante sus diferentes poéticas, «sintieron la necesidad del auto-reconocimiento que llegaría plenamente años más tarde».