Presentación editorial preludia aniversario institucional

La presentación del libro El Museo Nacional de Bellas Artes en la Política Cultural del Estado cubano 1940-1961, de la MSc. Hilda María Alonso González, inició este 18 de abril las conmemoraciones por el aniversario 105 de la institución.

Dado a conocer en el Centro de Documentación Antonio Rodríguez Morey, el texto que publicó la editorial Ciencias Sociales en 2016, resulta compendio del devenir que acompañó a la entidad durante el período histórico que analiza.

Así lo refirió la Dra. Yoana Hernández al presentar el título, mientras sostuvo cómo «el Museo que hoy conocemos llega a nuestras vidas lleno de prestigio y popularidad».

«Evolucionó a la par de las transformaciones de la sociedad, sin perder de vista su principal objetivo: historiar y conservar la cultura material patrimonial, fruto del coleccionismo», acentuó.

La investigadora del Instituto de Historia de Cuba reseñó las direcciones principales por donde avanza el volumen, en torno a la importancia del Museo Nacional dentro del diseño de la política cultural del Estado, para la conservación y protección del patrimonio nacional.

«La autora demuestra cada uno de los criterios que sostiene a lo largo de su investigación», resaltó la Dra. Yoana Hernández, al reconocer que los diferentes capítulos proveen al lector de «una carga importante de información».

Igualmente distinguió las referencias en torno a la Constitución de 1940 y el provecho que reportó,  reconociendo el debate cultural que generó ese momento en el país, «que muchos historiadores pasamos por arriba y no sabemos que redefinieron y definieron muchos asuntos que tuvieron que ver con el patrimonio cultural de la nación», comentó.

«Hilda, con mucha sapiencia, hace hincapié en estos debates. Dejó bien claro el papel del Estado en la conservación del patrimonio de la nación», añadió la doctora.

Subrayó por último que los cambios propiciados por el triunfo de la Revolución, también llegaron al Museo «hasta quedar finalmente trabajando de manera independiente, pudiendo desarrollar una política cultural propia hasta convertirse en un museo especializado en Bellas Artes».

Por su parte, Hilda María Alonso consideró como «muy importante», que su libro pudiera presentarse en el Museo y su Centro de Documentación Antonio Rodríguez Morey.

La también investigadora del Instituto de Historia de Cuba, profesora de la Universidad de La Habana y presidenta de la Cátedra Marta Arjona de la Universidad de las Artes, valoró los empeños de Morey al frente del Museo durante cerca de medio siglo, mientras recordó la impronta del arquitecto Emilio Heredia en la fundación, además de otros intelectuales que igualmente aportaron a ese momento.

La autora agradeció la colaboración de las especialistas del Centro de Documentación para la realización del estudio, sosteniendo que «sin el trabajo de ellas no hubiera sido posible llegar a fuentes y a informaciones que de otra manera, por mucha prensa que hubiera investigado, nunca hubiera podido analizar la papelería de Antonio Rodríguez Morey», consideró finalmente.