Regresa Antonio Forcione, credo y arte guitarrístico

El guitarrista italiano Antonio Forcione regresó al Teatro del Museo con un repertorio donde involucró a instrumentistas del país: José Hermida (bajo) y David Ramírez (chelo), además del artista de la plástica Leo de Lázaro, en una actuación que repercute sus relaciones con Cuba.

Más de cinco visitas a la Isla y presentaciones en escenarios diversos, le han permitido adentrarse en el mundo sonoro cubano, donde ha encontrado «una manera muy fuerte de hacer y sentir la música».

Para el programa de este 2 de febrero, invitado al IV Encuentro de Guitarras Identidades, incluyó páginas propias y arreglos sobre conocidos temas popularizados por The Beatles, Steve Wonder, de su coterráneo Henry Mancini; y otros, que le inspiraran personalidades como Paco de Lucía y Nelson Mandela.

El repertorio, incluyendo un estreno aún sin título que rememora sus ascendentes familiares, resume la singularidad que identifica al reconocido instrumentista.

«Creo que el arte es comunicación», dijo poco antes de subir al escenario.

Por eso, la presencia de Leo de Lázaro, compartiendo sus trazos de relación con Identidades; mientras discurre el gusto de Forcione por la pintura, que estudió y le sirvió como complemento de su actuación en la capital sudafricana.

Y es que, en el arte del prolífico italiano, pueden encontrarse las más diversas aprehensiones de su relación con el entorno, descubriendo en Cuba «una manera muy fuerte de hacer y sentir la música, desde lo rítmico», comenta.

Acompaña su nueva presentación, el proyecto de un documental que testimonie la vigencia del movimiento de la Nueva Trova cubano, reconociendo que «Italia vivió uno similar y se perdió»; al tiempo que reverencia los instrumentos acústicos, «que están más cercanos a la historia de las personas y yo me dedico más al sentimiento», enfatiza.

Ello lo sostuvo en cada uno de los minutos de su regreso al Teatro del Museo, confirmando su dominio de la guitarra y la excelente factura de sus creaciones, que llevó a medio mundo y lo ha devuelto a Cuba; donde asegura que encontró «la sonrisa más hermosa».