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Colección de arte contemporáneo internacional en el Museo Nacional de Bellas Artes: Carlos Cruz Diez

Título: 
Colección de arte contemporáneo internacional en el Museo Nacional de Bellas Artes: Carlos Cruz Diez
Fecha: 
2021

El artista Carlos Cruz Diez, nació el 17 de agosto de 1923 en Caracas, Venezuela. Vivió y trabajó en París, desde 1960 hasta su muerte. Su fascinación por el arte y precisamente por el color surgió a raíz de la fábrica de botellas de gaseosas montada por su padre, y allí descubrió el reflejo de la luz y el color gracias al impacto del sol. Estudió en el Colegio Atenas y luego en el Liceo Andrés Bello. En 1940 se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde obtuvo el diploma de profesor de Artes Aplicadas. Sus destacados maestros dejaron huella en él y fueron formando una mirada y personalidad única.
Su próximo paso fue, en 1944, como ilustrador y diseñador gráfico. Pasó por la revista El Farol de la Creole Petroleum Corporation y realizó cómics para diversos periódicos. Dos años más tarde, se convirtió en director creativo de la agencia publicitaria McCann-Erickson Venezuela y después, en 1953, dibujó para el periódico El Nacional. Una década más tarde, se vio imbuido en las corrientes abstractas y realizó una serie de proyectos para murales exteriores con elementos geométricos.
Junto a Jesús Soto y Alejandro Otero, se trata de uno de los artistas cinéticos más importantes de Venezuela. En 2005 su familia creó la Cruz-Diez Art Foundation, cuyo objetivo es la conservación, desarrollo, difusión e investigación de su legado tanto artístico como conceptual. Comentan los especialistas y críticos que logró demostrar que el color, en interacción con el observador, se convierte en una realidad autónoma que existe sin ayuda de la forma o necesidad de un soporte.
En sus más de 70 años de carrera artística, abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color. Llevó a cabo más de cien obras de arte en el espacio público en diversos lugares del mundo. Sus obras forman parte de las colecciones permanentes de destacados museos internacionales, como el MoMA, en Nueva York; la Tate Modern, en Londres; el Centro Pompidou, en Francia; Wallraf-Richartz¬ Museum de Colonia, Alemania; y el Museum of Fine Arts de Houston, en Estados Unidos. Fue en los salones de este último donde inauguró su mayor exposición retrospectiva, bautizada como Carlos Cruz-Diez. Color in Space and Time, en 2011. Fundó talleres en distintos países y recibió la Legión de Honor, la condecoración más importante que otorga el gobierno de Francia, entre otros invaluables premios y reconocimientos.
El artista siempre mantuvo una vida discreta. Hace varios años publicó sus memorias en Vivir en Arte, recuerdos de lo que me acuerdo. Hijo de un poeta que desde niño lo mantuvo en contacto con la literatura, el arte, la música y el teatro; encontró en el dibujo y los lápices de colores su actividad favorita. Trabajó para las desaparecidas revistas Élite y La Esfera, así como otras publicaciones. Entre 1955 y 1956 viajó a París y Barcelona para ponerse al día en la investigación sobre el color. Tras su regreso a Caracas, montó un estudio dedicado a las artes gráficas y el diseño industrial y prosiguió sus investigaciones sobre la fenomenología del color. Fue profesor de Artes Plásticas en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela y dirigió la Cátedra de Investigaciones Cinéticas de la Escuela Superior Nacional de Bellas Artes.
Alcanzó su éxito internacional en 1959. Ese año creó su primera obra de efectos visuales, con combinaciones de color sobre un plano único. Después de unos meses decidió afincarse en París, donde desarrolló la mayor parte de su trayectoria profesional. En 2008, el artista obtuvo la nacionalidad francesa.
En la capital de Venezuela también persiste su huella. En diversos espacios públicos se puede apreciar su trabajo, así como en el Museo Carlos Cruz Diez, de Caracas. El artista impulsó el movimiento cinético venezolano, a la cabeza de esta escuela en Hispanoamérica, junto a los artistas Jesús Soto, Alejandro Otero y Juvenal Ravelo, por cierto, este último participante en la 12 edición de la Bienal de La Habana en 2015 en el poblado de Casablanca con un bello y colorido mural. Sus críticos destacan que su proposición artística se fundamenta en ocho investigaciones que manifiestan diferentes comportamientos del color y su discurso plástico evoluciona en el espacio y en el tiempo, sin ayuda de la forma ni del soporte, en un presente continuo.
El maestro Carlos Cruz Diez, uno de los máximos exponentes del arte cinético a nivel mundial, falleció a los 95 años por causas naturales en la ciudad de París, Francia, en 2019. En nuestro país fue muy importante su relación y trabajo constate, a través de exposiciones y realización de obra en espacios públicos con la Casa de las Américas. Precisamente la Casa coordinó la ubicación de una hermosa pieza suya en Zapata y G, frente a la Facultad de Artes y Letras, de la Universidad de La Habana. Contamos en nuestro Museo Nacional como parte de la colección, con una xilografía sobre papel de este creador titulada Cinetismo.

Por Margarita González Lorente
Curadora

 

 

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Colección de arte contemporáneo internacional en el Museo Nacional de Bellas Artes: Carlos Cruz Diez