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Nace Dulce María Borrero y Piedra de Juan

Título: 
Nace Dulce María Borrero y Piedra de Juan
Fecha: 
2021

Ficha técnica:

Dulce María Borrero (1883-1945)
Rosas sobre cristal
Óleo sobre tela; 61,5 x 91 cm

Dulce María Borrero fue uno de esos espíritus privilegiados que desde la más tierna infancia vivió, en el seno de una familia culta y numerosa, los ardores del pensamiento independentista y la inseparable inspiración del arte. Se trasladó a Key West, Cayo Hueso, muy joven aún en 1895, y al año siguiente experimentó en tierra extraña la insondable pérdida de la hermana querida: Juana Borrero. En la emigración colaboró junto a su padre Esteban Borrero Echeverría en la Revista de Cayo Hueso, una publicación periódica que mantuvo informada a la emigración cubana en aquellas latitudes, sobre el desarrollo de la Guerra Necesaria, con un enfoque cultural amenizado por los versos de grandes exponentes de las letras cubanas del Cambio de Siglo como Bonifacio Byrne. Diseños de portadas y poemas de la tierna cubana, vieron la luz en estas páginas; porque como Juana Borrero, Dulce María destacó en la pintura y la poesía, pero pudo vivir la plenitud de una existencia fructífera en el ámbito intelectual de la Cuba republicana.
Fue miembro de número de la Academia Nacional de Artes y Letras desde su fundación en 1910 donde llegó a presidir la Sección de Pintura y co-dirigió los Anales de esa corporación junto a Miguel Carbonell. Sus conferencias sobre educación y especialmente sobre el rol de la mujer en la sociedad, fueron publicadas y difundidas en Cuba Contemporánea, la Revista Cubana, la Revista Bimestre Cubana y El Fígaro. Poco conocido, pero muy relevante, fue su paso por la Dirección de Cultura de la Secretaría de Educación en 1935.
Su hondo amor filial la convirtió en una abanderada de la celebración en Cuba del Día de los Padres, iniciada en nuestro país en 1938. En el ámbito de la pintura, fueron admiradas sus naturalezas muertas tanto en exposiciones nacionales -como la de la Quinta de los Molinos en 1911,- como en certámenes internacionales. Aunque es justo decir, que su producción artística tanto en las artes visuales como en las letras, estuvo siempre subordinada a su preocupación cívica en torno a los derechos femeninos y los problemas educacionales de la República.
La delicada composición Rosas sobre cristal, es un ejemplo invaluable de la maestría que alcanzó Dulce María Borrero en un género de larga data en el arte. Inscrita en las propuestas estilísticas más tradicionales, conservó un cierto aire romántico y evocador, interpretado con la pincelada suelta y los juegos de luces aprendidos de su maestro Menocal, alcanzando una estética muy personal y lírica. Rosas sobre cristal se exhibió en la muestra “La naturaleza muerta. Colección del Museo Nacional de Bellas Artes”, celebrada entre noviembre de 2012 a enero de 2013, como una de las actividades inaugurales del año del Centenario de la institución.

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