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YUCUNET, EL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES Y SANTIAGO DE COMPOSTELA

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YUCUNET, EL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES Y SANTIAGO DE COMPOSTELA

por Margarita González Lorente, Curadora en el Museo Nacional de Bellas Artes

Una experiencia como Yucunet debe ser contada, explicada y tenida en cuenta. Se trata de un proyecto en el que están implicados varias personas, instituciones, y países. El mismo pretende profundizar en las relaciones colaborativas en el campo del saber, específicamente en lo relacionado al arte y la cultura. Como parte de este proyecto, un grupo de colegas del Museo Nacional de Bellas Artes, junto a otros especialistas y profesores de Cuba, participó en la primera reunión del consorcio en la bella ciudad de Santiago de Compostela, en Galicia (España).

Yucunet, cuyas siglas incluyen a Yucatán, Cuba y las redes, es una propuesta de la histórica Universidad de Santiago de Compostela, liderada por su Departamento de Historia del Arte, que fue aprobada por la Unión Europea para el establecimiento y desarrollo de una maestría en Gestión Cultural y Arte Contemporáneo. Como el saber colectivo enriquece tanto a cualquier proyecto, fueron sumadas a esta iniciativa universidades de México y de Portugal, además de contar con la colaboración de especialistas y profesores españoles.
La red desempeña un papel fundamental. La posibilidad de intercambiar y colaborar con personas de distintos países y campos del saber es algo insustituible. Es por ello que el Museo de Bellas Artes participó en la presentación, con un equipo integrado por especialistas de varios departamentos, en el que explicó los avances y retos de esta etapa dentro de la maestría. Cada institución implicada presentó sus tareas. Asimismo, los directores de museos comentaron sobre las posibles asignaturas y talleres de los módulos, en este mundo complejo y amplio de la cultura visual.
El proyecto Yucunet implica varios comités, los cuales velan y velarán por el buen desarrollo, calidad y sostenibilidad de la maestría, algo muy usual en los últimos tiempos y que permite dar continuidad a procesos y eventos. Ligados a la práctica artística, las reuniones se combinaron con visitas a importantes lugares culturales como el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, lugar con una arquitectura sobria y con unos espacios increíbles, que permite que funcionen a la vez varias exhibiciones y diversos programas en la instalación. Una obra permanente del artista Dan Graham está colocada en el piso superior de la institución.

Compostela está llena de arte. Resultó muy beneficioso caminar sus plazas, sus callejuelas, su magnífica Catedral y su Facultad de Xeografia e Historia, donde trabajó y compartió el equipo invitado. Fue muy provechoso conocer la forma de trabajar de colegas afines, en otras instituciones y contextos, con otras características en su manera de hacer, con otros contenidos, con otras historias. Nos hizo ver las similitudes y diferencias que tenemos, pero, sin dudas, compartimos un objetivo común.

La experiencia se trasladó, además, a Portugal, específicamente con la visita a Porto, una ciudad con un aliento antiguo, muy bella, con un trabajo arquitectónico con el mosaico como elemento fundamental. Su cercanía al mar le propicia un agradable clima, aunque con un ligero frío en esta temporada, que no impidió que realizáramos una caminata para conocer algunas instituciones culturales como la Universidad Católica y la Escuela de Bellas Artes. Además, vivimos experiencias comunitarias con varios artistas, los cuales nos dejaron un aliento vivo y una nostalgia, al encontrar algunos puntos convergentes con nuestra realidad cultural. Restos de art nouveau se divisan por la ciudad portuguesa, en cafés, hoteles y edificaciones. Porto tiene una atmósfera especial, tal vez, como La Habana de algunos años atrás.

Al conocer el Museo Serralves, las experiencias se ampliaron. La visita a este gran centro nos abrió con un panorama amplio de contacto directo con la naturaleza. Es como un complejo cultural. Caminar sus callejuelas, estar al primer toque de un árbol, palpar la flora y valorar las esculturas de sus espacios nos hizo sentir envueltos en arte. En los locales interiores, pudimos apreciar la muestra permanente del Museo y varias exhibiciones temporales, como la de Ai Weiwei. La obra de uno de los maestros del arte portugués, Pedro Cabrita Reis, en la colección permanente, nos recordó su presencia en una de las Bienales de La Habana.

Este fue un punto de encuentro y partida para el arranque de un proyecto noble y de enriquecimiento. Nos ocupa ahora estudiar, prepararnos y avanzar desde nuestro espacio, el Museo Nacional de Bellas Artes, en esta aventura cultural, en este proceso, con la labor formadora en el cambiante y amplio mundo del arte y la cultura visual, donde hay muchas voces, donde se abre un nuevo horizonte cada día, donde nacen artistas, gestores, especialistas, y donde tenemos una labor inagotable: educar y formar cada vez mejor.

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