Usted está aquí
Miguel Ángel Melero y Fernández de Castro, Batalla de Champigny
55 de 117 | << Primero | < Anterior | Siguiente > | Último >> | Ver colección |
A Miguel Ángel Melero se pudiera aplicar la frase dedicada por José Martí al pintor Detaille: “Marte orienta su pincel…”. Y no se hace al azar este paralelo, ya que el interés del joven artistacubano por las escenas de batallas lo inclinó hacia grandes realizaciones en este difícil género pictórico, en las que el francés alcanzó su mayor renombre. En particular, acentúa este acercamiento el tema de la Batalla de Champigny, ya que como es conocido Édouard Detaille participó en la Guerra Franco-prusiana (1870-71) e intervino en la Batalla de Villiers, realizando con posterioridad varias pinturas históricas que abordaron el hecho militar. El primer cuadro de Detaille, titulado La Defensa de Champigny, data de 1879; pero, con posterioridad, elaboró en 1882 con la colaboración de Alphonse de Neuville un panorama de 16 por 122 metros titulado Batalla de Champigny. Esta hazaña pictórica se conoció sin dudas en La Habana, y como ya había sucedido medio siglo atrás en época de Vermay, se pensó en los más adelantados estudiantes de San Alejandro para reproducir la experiencia en un espaciopopular, donde la obra se presentara a la expectación pública. ¿De dónde parte la propuesta? ¿Del tabacalero Miguel Jané y Ollé? ¿De Miguel Melero, primer cubano en dirigir la Academia? Difícil saberlo; pero sin dudas la realización de un panorama de 62 metros de largo, donde se recreaba la Batalla de Champigny y que se exhibió en el Circo-Teatro Jané, contribuyó a promocionar el talento del joven Miguel Ángel Melero e impulsó la consecución de la pensión de estudios que le concedieron la Diputación Provincial y la Sociedad Económica de Amigos del País, en 1885.
Teniendo en cuenta las fechas mencionadas, el boceto que hoy pertenece a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes debió ser ejecutado entre 1883 a 1884, cuando Miguel Ángel culmina sus estudios en San Alejandro; aunque nos inclinamos más hacia la primera fecha, por haberse registrado en su ejecutoria del curso 1882 a 83, una particular calificación de Sobresaliente en “composición histórica”, que no aparece sino de forma muy esporádica en los asientos de la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana.
La Batalla de Champigny es una composición muy apaisada, que ofrece una vista panorámica de la topografía del terreno donde se desarrolla el encuentro entre las tropas alemanas y las francesas. La acción toda se concentra hacia el centro del cuadro, donde soldados combaten, carretas, hombres y corceles caídos de ambos ejércitos plagan el suelo desierto de un paisaje ejecutado en tonos verdes y tierras, y sobresalen construcciones derruidas y aún humeantes que rememoran la destrucción parcial de la aldea Champigny-sur-Marne. Las emanaciones del fuego devastador, se confunden con la niebla y la estela de polvo de un grupo de soldados que se internan en un camino despoblado.El cielo en tonalidades azul-gris, sublima lo sobrio del colorido sin grandes contrastes cromáticos que caracteriza la pieza, ejecutada con una pincelada suelta y magistral en algunos detalles, que la hacen muy particular dentro de la producción del artista.
Varias fueron las incursiones de Miguel Ángel Melero en la representación de batallas. Realizadas en Cuba, se tiene noticias de la exhibición en el Salón Pola de la calle Obispo, de “dos copias de Balaca, de asuntos militares, hechas por Melero, hijo, y vendidas a un amateur…” y que debieron ser réplicas del pintor español Ricardo Balaca, cuya obra era conocida en la ciudad y formaba parte de importantes colecciones habaneras, como la de los marqueses de Pinar del Río que poseían un conjunto de escenas de la guerra de Marruecos debidas al pincel de ese artista. Pero también en París continuó el interés de Melero por los hechos militares, y allí firmó en 1886 la pieza Encuentro entre dos tribus árabes que actualmente se exhibe de forma permanente en la sala de Arte Cubano Colonial del MNBA, muestra acabada y espléndida de las dotes como colorista que poseía Miguel Ángel.
Su prematura muerte el 22 de febrero de 1887, cuando apenas tenía cumplidos los 21 años de edad, legó al arte cubano la promesa incumplida del brillante futuro que aguardaba al artista. La familia atesoró con celo sus dibujos y bocetos, sus cuadros y esculturas, que fueron donados en diferentes momentos al Museo Nacional de La Habana por la descendencia de los Melero. El boceto de la Batalla de Champigny es una de las primeras obras de arte que registra Emilio Herediaen el año 1912, con el folio Nº 7, donada por el maestro Aurelio Melero y Fernández de Castro, hermano del artista.
Asmodeo. Salón Pola, en El Fígaro. Revista Universal Ilustrada (La Habana). Nº 10, Año 10, 25 de marzo de 1894. p.138
Ricardo Balaca (Lisboa, 1844- Aravaca, 1880). Hijo del también pintor José Balaca, estuvo destinado a la Tercera Guerra Carlista como corresponsal Ministerio de la Guerra de España, y se conoció por el realismo de sus escenas de batallas y los numerosos retratos que se conservan en importantes colecciones europeas.
- 1938 lecturas
