La presencia de Amelia Peláez en el Centro de Información “Antonio Rodríguez Morey”

Resulta impresionante la cantidad de documentos que se pueden consultar en el Centro de Información sobre la vida y diferentes aristas de la producción artística de Amelia Peláez y del Casal. Ella fue una creadora que alcanzó gran renombre tanto en el ámbito nacional como internacional, y se instauró como la figura femenina más reconocida de la vanguardia pictórica cubana. Nació en Yaguajay, Las Villas, el 5 de enero de 1897, y falleció en La Habana, el 8 de abril de 1868.

En el Diccionario de artistas plásticos de Cuba, escrito por Antonio Rodríguez Morey, aparece una entrada sobre esta pintora y ceramista. El autor realiza un resumen de su trayectoria hasta el año 1957. Señala sus estudios, sus obras más representativas, las influencias que recibió del arte de su época, así como las exhibiciones más importantes de sus piezas en diversos museos y galerías por todo el mundo y en Cuba.

Por otra parte, el catálogo de la exposición Amelia Peláez. Óleos, temperas y dibujos (1929-1964) permite conocer sobre eventos y creaciones posteriores a los mencionados por Rodríguez Morey. La muestra se presentó en el Museo Nacional a finales del pasado siglo y la curaduría estuvo a cargo de Roberto Cobas Amate. El volumen fue coeditado entre dicha institución y el Centro Wifredo Lam. El texto principal del libro es “Encuentro con Amelia Peláez”, escrito por Ramón Vázquez Díaz. Acompaña a un ingente número de imágenes de piezas de esta pintora una detallada cronología, que permite a los lectores tener más informaciones sobre el quehacer de esta extraordinaria mujer.

Los ejemplares atesorados en los fondos del Centro de Información permiten conocer varias de las áreas donde desarrolló su arte esta creadora, especial atención merece Amelia Peláez. Cerámica de la Dra. C. María Elena Jubrías, publicado por Ediciones Vanguardia Cubana, en el año 2008. La presentación de esta pieza estuvo a cargo de Graziella Pogolotti, con el artículo “Un libro escrito en primera mano”. Se trata de una edición bilingüe (español e inglés), que tiene una calidad innegable. Además, presenta maravillosas fotografías de la artista y de sus creaciones realizadas en cerámica. No obstante, la autora no descuida la importancia de la producción pictórica de Amelia y le dedica un espacio considerable antes de concentrarse en contenido principal de su obra. Resulta relevante resaltar la utilidad de la breve bibliografía que recoge en sus últimas páginas, la cual permite un acercamiento a otros ensayistas que han abordado a la vida y obra de Amelia.

También es digno de elogio el catálogo de la exposición Amelia Peláez. Una mirada retrospectiva (1928-1966). Dicha muestra fue del Museo Nacional de Bellas Artes y la Fundación Caixa Galicia, en el año 2011, y contó con la curaduría de Roberto Cobas. Esta es una edición bilingüe (español y gallego) con texto de Cobas y una cronología comentada de Ramón Vázquez. Es valioso remarcar la presencia de fotografías de Amelia en diferentes momentos de su vida y las imágenes de las numerosas piezas que formaron parte de la exhibición. En este volumen también es posible consultar una copiosa bibliografía que facilita a lo interesados en el tema saber de libros, artículos y catálogos con los que pueden conocer más sobre esta creadora.

Asimismo, es preciso señalar que en el Catálogo de arte cubano, editado en el 2013 por el centenario del Museo Nacional de Bellas Artes, aparecen comentarios a dos de sus obras. El primero es sobre El mantel blanco, que se expone como parte del conjunto de Surgimiento del Arte Moderno, y fue redactado por el curador Ramón Vázquez. El segundo comentario pertenece también a este autor y se refiere a la pieza Naturaleza muerta con pitahaya, que forma parte de la colección de Consolidación del Arte Moderno, la cual demuestra las transformaciones que tuvieron de sus creaciones en el tiempo, pues Amelia no se quedó quieta en un solo modo de hacer.

Como se puede apreciar, en el Centro de Información existen diferentes ejemplares que posibilitan una aproximación más completa a la figura de Amelia Peláez. Espero que no se pierdan la oportunidad que ofrece para aprender más sobre una de las grandes de las artes visuales en Cuba.