Pietro Longhi

Pietro Longhi nació en Venecia, el 5 de noviembre de 1702. Hijo de Alessandro Falca –quien se desempeñara como pintor y orfebre–, se desconoce en qué circunstancias Pietro cambia su apellido a Longhi, aunque algunas fuentes establecen el hecho en el momento en que comienza su vida artística. No pocos estudiosos refieren que aprendió originalmente en el taller del padre; sin embargo, su mayor formación la desarrolla bajo la conducción de Antonio Balestra (1666-1740) –del cual el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) colecciona un hermoso boceto tridimensional de cúpula, decorado por este notable artista veronés–, y fundamentalmente bajo los auspicios de Giuseppe María Crespi (1665-1747), en cuyo taller trabajó hasta 1732, año en que regresa a Venecia y contrae matrimonio. Por intermedio de este evento familiar surge la primera ocasión en que Longhi resulta documentado, siendo un referente importante para el gremio artístico local.

Se inicia dedicándose a temas religiosos e históricos; sin embargo, el mayor impacto social de su producción ocurre cuando cambia hacia asuntos mundanos y refleja, con ironía, la vacuidad de la vida burguesa y cortesana, abordajes propios del Rococó. Se convierte entonces en el artista más popular del último tercio del siglo XVIII en Venecia. La escena de género le tendió, paralelamente, un puente hacia la crítica social, pero su mirada resultó siempre lo suficientemente atemperada como para no concitar el rechazo de la sociedad coleccionista. El tratamiento, por ende, resultaba amable, agradable a la vista; refería escenas de ocio y relajación, no exentas de notas pintorescas que comulgaban con el ambiente frenético de los carnavales y de las ferias de curiosidades. De tal forma, sus pinturas inundaron las estancias palaciegas vénetas.

Como retratista, Pietro Longhi se acercó al efigiado bajo los cánones epocales. Todo retrato responde a un encargo y todo comitente espera verse reflejado con sus galas y atributos, los cuales han de establecer su identidad y status. Como es sabido, en ausencia del discurso, el símbolo habla. De tal forma, la riqueza y diversidad textil con que damas y caballeros aparecen retratados responde al ideal de representatividad social esperado. No obstante, Longhi no edulcora la belleza ausente y el Retrato de una dama noble veneciana resulta un ejemplo paradigmático. La pieza en asunto, forma parte de los fondos del MNBA desde 1960, fecha en que accede a la institución procedente de la colección privada de Julio Lobo.

En 1756 Pietro Longhi sería nombrado Miembro de la Academia de Venecia. Muere el 8 de mayo de 1785, en su ciudad natal.

MSc. Niurka Fanego Alfonso

Curadora de la Colección de Arte Italiano