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Escuela novohispana (siglo XVII- XVIIl), La agonía de Getsemaní
La agonía de Getsemaní tuvo como inspiración literaria textos evangélicos. La escena se basó en los tres sinópticos: Mateo lo tituló “En el huerto de Getsemaní”; Marcos, “La agonía de Jesús en Getsemaní”; y Lucas, “Jesús en el huerto de Getsemaní”. Los tres describen la escena de manera similar, pero solo Lucas menciona al ángel en su relato, por lo que es la fuente más directa de la interpretación pictórica. Juan reseña la plegaria de Jesús, pero de manera muy diferente a la de los evangelistas sinópticos. La pintura se refiere al momento en que Jesús hace una plegaria a Dios antes de comenzar su Pasión.
La pintura tiene un formato vertical. El mundo terrenal está claramente separado del celestial. En el primer plano, los tres discípulos dormidos dominados por la figura de Cristo arrodillado; en un segundo plano, se ve el cortejo de los soldados conducidos por Judas, quienes llevan antorchas y se acercan a prender a Jesús. En el extremo superior izquierdo de la obra, un ángel porta la cruz de la crucifixión con una mano y con la otra sostiene un gran Cáliz, símbolos del sufrimiento que le espera a Jesús y de la Eucaristía. De este mismo ángel procede la luz celestial que irradia sobre Cristo y los apóstoles, y hace que se destaquen los colores de los mantos que visten y contrasta con la oscuridad de la escena del fondo donde tan solo la luna domina el paisaje nocturno.
El cromatismo es intenso, destacándose los rojos luminosos, el azul, el amarillo y el verde. El dibujo ha marcado y definido los pliegues de las ropas. Todo concurre para dar a este momento crítico de la Pasión una grandeza y un sentido dramático obtenido por medios pictóricos.
La agonía de Getsemaní, además de su valor estético artístico, constituye la única obra perteneciente al ciclo de la Pasión de Jesús con carácter narrativo que se expone en el conjunto novohispano de la Sala Permanente. La iconografía cristológica en el arte latinoamericano se centra de manera más frecuente en representar pasajes de la Niñez de Jesús, son muy escasas las de su vida adulta y en cuanto a las escenas de la Pasión es común las imágenes alegóricas de Cristo y menos las narrativas.
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