Usted está aquí

Wifredo Lam

Wifredo Lam
Sagua la Grande, Cuba, 1902 - París, 1982.

Cursa estudios en San Alejandro entre 1920 y 1923. Realiza su primera exposición personal en Sagua la Grande, su ciudad natal, en 1923. En el otoño de este año viaja a España y entra en el taller del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor, director del Museo del Prado. Por las tardes trabaja en la Academia Libre del pasaje de la Alhambra. Entre 1925 y 1927 pinta retratos y paisajes, destacándose en particular la serie de las Casas colgantes de Cuenca.

En 1928 lleva a cabo su primera muestra personal en España en la Galería Vilches de Madrid. A partir de 1930 practica un tipo de pintura próxima al surrealismo ibérico. Participa en una muestra colectiva en el Museo de Arte Moderno de Madrid y entra en contacto por primera vez con el cubismo, gracias a la exposición itinerante de Pablo Picasso, que tiene la oportunidad de ver en Madrid. Posteriormente en Barcelona inicia un período de gran productividad y experimentación dentro de un lenguaje moderno.

Se traslada a París en mayo de 1938. Allí conoce a Picasso quien lo pone en contacto con Pierre Loeb y con numerosos intelectuales de vanguardia. En 1939 Loeb organiza su primera exposición en París y le ofrece su primer contrato. Afinales de ese año expone, conjuntamente con Picasso, en la galería Perls de Nueva York. En 1940 se dirige a Marsella y allí se encuentra con un grupo de pintores y escritores urrealistas. Participa con los surrealistas en el Tarot de Marseille y en dibujos colectivos e ilustra con seis dibujos el poema “Fata Morgana” de André Breton.

Regresa a Cuba en agosto de 1941, y se instala en La Habana. Conoce a la escritora Lydia Cabrera, quien lo introduce en el conocimiento de la cultura afrocubana. Durante 1942 trabaja intensamente adaptando elementos procedentes del cubismo y el surrealismo al universo poético de los cultos afrocubanos.

Expone en la Galería Pierre Matisse de Nueva York con texto de presentación de André Breton. También participa en la importante exposición First Papers of Surrealism. Entre diciembre de 1942 y enero de 1943 Lam realiza su célebre obra La jungla. Durante 1943 realiza un conjunto de obras de excepcional importancia en el contexto de la plástica de la época tales como Malembo, dios de la encrucijada, La silla y La mañana verde. En enero de 1946 expone en el Centro de Arte de Puerto Príncipe, Haití. Permanece en este país alrededor de cuatro meses. Allí asiste por primera vez a ceremonias vudú. El choque con esta cultura le llevará a renovar sus temas de inspiración y su vocabulario formal. La galería Maeght acoge la muestra Le surréalisme en 1947, organizada por Breton y Duchamp, en la que Lam presenta una instalación, Le chevelure de Falmer.

En 1951 su obra Contrapunto gana el primer premio en el Salón Nacional de Pintura, Escultura y Grabado. Decide instalarse en París, aunque continúa visitando frecuentemente Cuba. Recibe el premio italiano Lissone por La novia. Expone Umbral en el Salón de Mayo de París en 1954 y con regularidad hasta 1982.

En octubre de 1958 reside por corto tiempo en Chicago e ingresa en la Graham Foundation for the Advanced Studies in Fine Arts. Pinta un conjunto de obras de gran
formato como Amanecer, Cerca de las Islas Vírgenes y La Sierra Maestra, en el que se observa un nuevo cambio en su pintura, a la cual incorpora elementos plásticos procedentes de las culturas del Pacífico. En este año es invitado a participar como artista en Documenta II en Kassel, Alemania.

A partir de los años 60 el grabado cobra para Lam un especial interés. De esta época son la serie Images y el álbum Apostroph' Apocalypse, realizados con la técnica del aguafuerte. Hacia 1964 y 1965 divide su tiempo entre la localidad italiana de Albisola Mare, donde construye un nuevo taller, y París.

Por esta fecha recibe el Guggenheim International Award en Nueva York y el premio Marzotto, en Valdano, Italia. En 1966 concluye El Tercer Mundo, obra que el artista concibió como su homenaje plástico a la Revolución cubana. A partir de este año se multiplican los homenajes a Lam como las grandes retrospectivas de su obra en Basilea, Amsterdam, Estocolmo y Bruselas.

En los 70 su obra como grabador adquiere especial relevancia a través de sus series Visible invisible, Le regard vertical y El último viaje del buque fantasma, entre otras. También trabaja intensamente la cerámica en Albisola Mare y realiza su primera exposición personal en Bolonia. En 1981 el Consejo de Estado de Cuba le otorga la Orden Félix Varela por sus aportes a la cultura.