Escuela Italiana

La Colección de Arte Italiano del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba resulta un tesauro notable en el contexto americano, tanto por la calidad de ciertas obras y la relevancia de numerosos artistas, así también, por la representatividad de los géneros y temas abordados.

Aproximadamente: 30 esculturas, 90 dibujos, 360 pinturas y más de 2000 estampas se desplazan en un arco temporal que se inicia en los albores del Renacimiento y concluye en el llamado Cambio de Siglo. Entre los autores más representativos, se encuentran: Vittore Carpaccio, Giovanni Della Robbia, Jacopo Bassano, Luca Giordano, Francesco Guardi, Michele Marieschi, Canaletto, Giovanni Battista Piranesi y Giovanni Boldini.

La Sala Permanente presenta 53 pinturas y 7 esculturas. En ella son apreciables algunas piezas fundacionales, es decir, obras que integran la pinacoteca institucional desde su apertura en 1913. Un segmento excepcional es aquel que nos permite ilustrar la segunda Edad de Oro de la pintura veneciana (siglos XVII-XVIII), gracias a autores como: Viviano Codazzi, Giovanni Paolo Pannini, Alessandro Magnasco, Vanvitelli, Francesco Zuccarelli, y los ya referidos: Marieschi, Canaletto y Guardi. Se trata del momento en que el paisaje se autonomiza como género, de la mano de la Escuela Italiana.