Usted está aquí
Agustín Cárdenas, Maternidad, 1954
Maternidad ilustra la veloz trayectoria de un joven escultor competente y virtuoso, atravesando un proceso gradual de estilización de la forma que lo conduce a escaños protagónicos en el escenario plástico nacional, aún antes de que se generalizara en nuestro medio la tendencia abstraccionista y antes de que se creara el grupo Los Once, en cuyo núcleo la obra de Cárdenas se diversificó
y ganó sustancialmente en calidad. Su abstraccionismo –como el de sus colegas escultores del ya casi legendario grupo (Tomás Oliva, Francisco Antigua, José Antonio Díaz Peláez), se permitió la más libre “construcción” de la forma, el definitivo desprendimiento de la anécdota, la pura autonomía del volumen esculpido expresado en curvas, sinuosidades, redondeces, alargamientos, ascensiones
y giros, pero nunca se apartó del todo de un referente objetual, o natural. Así sus recurrentes motivos –columnas y puertas, mariposas y palomas, figuras y siluetas, parejas y familias y, sobre todo, sus tótems– son siempre formas metamorfoseadas portadoras de una intensa cualidad simbólica y, a la vez, imágenes íntimamente vinculadas al encantamiento que dimana de la propia vida. (M.A.P.)
- 2279 lecturas