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Frémez José Gómez Fresquet, Canción americana, 1969
La ejecutoria de Frémez se caracteriza por la
presentación de un mensaje que atrapa. Esa
capacidad de síntesis y su originalidad garantiza
una comunicación directa con el público.
Su patrimonio artístico aprovecha los signos
y códigos del cartel para otorgar un sello distintivo
a su expresión. Su propuesta artística
transita por las posibilidades que brindan el
offset, la serigrafía, la litografía y la heliografía.
Deudor de las ganancias del pop art, su experiencia
gráfica le permite establecer el diálogo
desde una posición de denuncia. El efecto de
su visualidad se centra en su sentido del humor
junto a una cuota de ironía que implica
una actitud crítica ante su entorno. La hegemonía
del color introduce fuertes contrastes en
sus composiciones, donde gravita la violencia.
Desarrolla una importante etapa en su
obra donde presenta la contradicción de dos
mundos irreconciliables. Se vale de la propaganda
de la sociedad de consumo y la convierte
en símbolos al significar el contraste entre
el panorama desolador del Tercer Mundo y
la opulencia de las sociedades de consumo.
Aprovecha la fotografía como medio de expresión
y potencia el concepto de cada instantánea
al manipular varias imágenes y crear una
nueva realidad. Contrapone representaciones
agradables de plenitud y bienestar contra visiones
desgarradoras de pobreza, racismo e injusticia.
Esta condición enjuiciadora de su obra ha
devenido paradigma de su poética donde se
unen “calidad plástica y la fuerza catártica de
un argumento hecho sin palabras”. 1 (H.M.M.)
1. Oráa, Pedro de. “Frémez: el cartel denuncia”. Granma.
La Habana, 27 junio, 1969.
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